jueves, 4 de diciembre de 2008
El último romántico del cambio...
Entra un hombre de unos 37, 38 años. Alto, algo despeinado, con un saco marrón gastado y arrugado, pinta de nostálgico de café. Levanta la mirada, entrecierra los ojos y pide un Philip Box. Cuando esta pagando saca un billete de 5 pesos y Monegasco, harto de dar monedas y quedarse sin cambio le pide redondear el número (ese atado sale $ 3,90). "No tendrás 4 pesos o 10 al menos, porque no tengo monedas..." le dice el fiel empleado del Ciber-Locu-Kiosco. El hombre se toca el pecho, mete la mano adentro del saco y, asintiendo con la cabeza, saca dos billetes de 2 pesos. "Si, aca están, yo sabía que tenía billetes de 2 pesos en algún lugar cercano al corazón"...
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6 comentarios:
jajajajajaja
la gente es insólita. la mayor parte de las veces, mal y dan ganas de matarlos. pero algunas veces, son como esta =)
menterneció [?]
besos =)
Juaaaaaaaaaaa! un tanguero naive! un bohemio! un artista de la palabra (bueno, me fui al carajo)
Abrazo
Siempre me resultó simpática y llena-de-algo-que-no-puedo-precisar la gente, como nombras vos, despeinada de café.
Aunque empiezo a dudar que es más una poética construcción de mi mente en vez de algo que se materialice en todos los casos en eso que llaman la vida real y tangible.
cecil: si, la verdad que me saco una sonrisa el muchacho...
besos!
javi: see, no es pa tanto tampoco jijiji... igual un grande el muchacho, un distinto.
saludos!
agustina: hay de todo. despeinados de cafe hay todavia, si te fijas en los bares tradicionales del centro o en los barrios mas bohemios encontras. igual son una especie en extincion...
besos!
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